Buscando un argumento
al que agarrarme, en el momento
que los hechos me separan del lamento
embriagador de lo que siento,
me encontré con un desierto
de palabras sin cimientos.
Vagando sin acierto
a sus arenas llegó un viento,
destructor de pensamientos,
socavando sentimientos
y despojos malicientos
de un oasis de cemento.
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