En la hora de vacías estancias
sólo incertidumbre...
sonidos distantes.
En la altura mis sueños
En el suelo sus reflejos
destrozados y tardíos.
Tañen quiméricas campanas
que me arrancan del letargo
una voz amable...carcajadas...
el tedio pasando de largo.
En la radio huele a rancio y a refrito
en el viento los acordes nunca escritos
La gran aguja recorriendo media esfera
es hora de saciar la espera.
Esas horas en las que el mundo se (a)paga...
ResponderEliminarMe gusta tu espacio ;)
Un abrazo, lonchudo
Mery.